Las aves, las creencias y la religión

La naturaleza le ha suministrado al hombre todas las herramientas para su nacimiento, crecimiento y sustento, en todo el ciclo de su vida. Esto es debido a que él es parte de la naturaleza. Pero por la ventaja de que es él es un ser racional, puede crear y recrearse con todo cuanto le rodea. Al observar el resto de seres vivos que habitan los mismos espacios, ha venido conociéndolos hasta llegar a dominarlos.
Las aves se han convertido para el hombre en objeto de admiración y estudio, pero también le ha atribuido características espirituales, dándole a cada especie un significado especial. Sin importar que religión o creencia se tenga, hay algo innegable que es el espíritu, el cual nos aferra a la vida y da sentido a la existencia. Ante la necesidad de creer en algo, las distintas generaciones han dado significado a las aves y ese simbolismo genera respeto a cada una de ellas. Por ejemplo en el cristianismo la paloma significa el espíritu santo y forma parte de la historia bíblica, cuando el espíritu santo en forma de paloma se posó sobre la cabeza de Jesús al recibir de Juan Bautista las aguas del bautismo.
Pero también el jilguero se ha convertido en una de las aves más pintadas, ya que está muy relacionada con la Pasión de Cristo. Según la tradición cristiana, este pájaro auxilió a Jesús crucificado, intentando con su pico arrancar los clavos y las espinas de la corona, por lo que su cara quedo manchada de sangre y por eso el color rojo que marca parte de la cabeza del jilguero. En general el jilguero es un signo seguro de exuberancia, vitalidad y entusiasmo en el mundo actual. Su llegada es para recordar que disfrute la vida y de todos los momentos de alegría.
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